¿Cómo cambiar de pienso?
A la hora de cambiar de pienso a nuestro perro es necesario tener una serie de precauciones para no provocarle síntomas digestivos indeseados, como vómitos o diarrea. Para que esto no se produzca es necesario hacer una transición adecuada entre ambos piensos.
Irene Martínez
Veterinaria
¿En qué consiste la transición?
La transición consiste en el cambio gradual de un alimento, en este caso el pienso favorito del perro, a otro (otra variedad, otra marca, etc). De esta manera se consigue una mayor adaptación del aparato digestivo y la flora intestinal al nuevo alimento, evitando que aparezcan síntomas como gases, diarrea y vómitos.
Asimismo, el uso de piensos naturales también evita o limita la aparición de trastornos gastrointestinales.
¿Cómo debo hacer la transición?
Para no tener estos problemas digestivos con el cambio de alimento o que el perro lo rechace, lo ideal es seguir esta pauta:
- Día 1-2: 25% pienso nuevo y 75% pienso anterior.
- Día 3-4: 50% de cada pienso.
- Día 5-6: 75% del pienso nuevo y 25% del pienso anterior.
- Día 7 en adelante: 100% del pienso nuevo.
Complicaciones durante el cambio:
En ocasiones nuestro perro puede no aceptar este cambio y rechazar esta nueva y extraña comida. Para ayudarle a que acepte el nuevo pienso podemos usar algunos trucos:
- Seguir un horario de comida: si nuestro perro suele tener siempre el pienso a libre disposición y no conseguimos que acepte el cambio, es el momento de establecer un horario para comer. Se le ofrecerá el nuevo pienso durante un período corto de tiempo, si no lo come durante este período se le retirará (repetir varias veces al día). De esta forma intentaremos que el animal coma el nuevo pienso a determinadas horas.
- Ingrediente extra: si nuestro perro continúa rechazando la comida puede ser útil añadir algún ingrediente extra y mezclar con el pienso para animarlo a comer. En muchos casos con una pequeña cantidad de ese alimento será necesario para que lo coma.
- Cambiar la textura: Puede ser útil también cambiar la textura del nuevo pienso añadiendo agua caliente o sopa, y reblandeciéndolo un poco.
Si por el contrario, aún siguiendo la transición correctamente, nuestra mascota continúa teniendo problemas digestivos, es muy probable que tenga alguna intolerancia o alergia a algún ingrediente del nuevo alimento, siendo necesario volver al anterior o buscar otro más adecuado.
Irene Martínez
Médica Veterinaria