¿Cómo entrenar a mi perro para que no ladre cuando suena el timbre?

Los perros son unos excelentes guardianes, aunque a veces demasiado. No resulta extraño el animal que se pone a ladrar como un desesperado cada vez que alguien llama al timbre. También hay perros que ladran mientras esperan su pienso. Este comportamiento puede resultar bastante molesto, por lo que a continuación os vamos a dar consejos para conseguir controlar esta conducta.

En primer lugar, cabe destacar que este puede ser un problema derivado de otros trastornos, como por ejemplo ansiedad o miedo de visitas de personas, por los que en primer lugar habría que descartar este tipo de problemas.

Por tanto, en ausencia de otros trastornos concomitantes, la manera de conseguir que un perro deje de ladrar cada vez que suena el timbre, es la siguiente.

Lo primero que necesitamos, es conseguir que el timbre suene las veces que necesitemos. Para ello, podemos utilizar a algún vecino paciente, para que llame al timbre tantas veces como necesitemos.

En este punto, cabe destacar que podemos comunicarnos con él, vía mensajería para solicitar cuando queremos que llame, y no esté el timbre constantemente sonando para no volver loco al animal.

Dicho esto, le pediremos que llame al timbre, y el perro, por ende, ladrará. En este punto, tenemos que ignorarlo, hasta que deje de ladrar. De nuevo, volveremos a pedir que timbre, y el perro de nuevo volverá a ladrar, y así sucesivamente hasta que el perro se canse de ladrar.

Destacar que este método puede resultar pesado y denso, pero en opinión del que escribe, es de los más eficaces y resulta útil para tratar este tipo de comportamiento, y es mejor que un collar anti ladridos.

Pues bien, cuando tengamos al perro aburrido de tanto timbre y no ladre, recompensaremos inmediatamente con su pienso favorito, cada vez que suene el timbre y el perro no ladre. Podemos repetir este ejercicio varias veces, hasta que nuestro vecino se canse.

Al día siguiente, volveremos a hacer lo mismo, pero seguramente ya no haga falta tocar el timbre tantas veces, y el perro deje de ladrar en los primeros intentos.

Con el tiempo, podemos distanciar el ejercicio día si o día no, en función de como vaya el animal respondiendo con sus ladridos. En este punto, es importante avisar a todas las posibles visitas que, en la medida de lo posible, avisen antes de llamar al timbre, para tener la recompensa preparada para dar al perro cuando el timbre suene.

Esperamos que estos consejos sean de utilidad y sirvan para conseguir que los perros dejen de ladrar y podamos escuchar el sonido del timbre sin eco perruno.

Juan Vázquez

Médico veterinario