Enseñar a mi perro a caminar sin correa: paso a paso.
El paseo es una de las mejores herramientas para fortalecer el vínculo con nuestro peludo y es importante que sea una experiencia relajante y motivadora para él. Aunque por ciudad siempre es aconsejable pasear a nuestro perro con correa, en algunos espacios nos gustaría darle más libertad y reforzar esa confianza y obediencia. En este artículo os daremos algunos tips para conseguir hacer estos paseos con vuestro perro.
Irene Martínez
VeterinariaÓrdenes básicas
Para enseñar a nuestro perro a ir sin correa a nuestro lado es muy importante que conozca las órdenes básicas de obediencia, es decir: sienta, ven, quieto, su nombre.
La orden más importante a enseñarle en este caso sería que acuda cuando se le llama o ven, debemos trabajarla mucho y que nuestro perro acuda ante cualquier situación.
Paseo con correa
Antes de empezar a pasear sin la correa nuestro perro debe pasear perfectamente con ella, no se puede empezar la casa por el tejado. La correa es la herramienta con la que tenemos a nuestro perro controlado durante los paseos ante cualquier cosa que lo pueda excitar.
Durante los primeros días de práctica sin correa usaremos muy larga, para darle espacio y, poco a poco lo iremos soltando pero le dejaremos ésta puesta al principio.
Busca un sitio adecuado
Las primeras veces que soltemos y practiquemos estos paseos con nuestro perro debe ser en un entorno seguro. Por ejemplo, podemos practicar en un parque cerrado o en un lugar alejado del tráfico y tranquilo.
Refuerzo positivo
Debemos tener a nuestro perro siempre bajo supervisión y, cuando se aleje demasiado, llamarlo y siempre recompensar cuando acuda a nuestra llamada, sobre todo durante los primeros meses, para luego ir reduciendo esta recompensa.
Escóndete
Cuando la orden de llamada esté ya clara, practícala también sin que haya contacto visual. Cuando tu perro se aleje escóndete y llámalo para que él te busque, no olvides recompensar cuando te encuentre.
Amplia el espacio
Primero debemos practicarlo en lugares de tamaño más reducido y, poco a poco, iremos ampliando la extensión según nuestro perro nos obedezca.
En la mayoría de casos conseguiremos que nuestro perro vaya sin correa y obedezca, pero cada perro es un mundo y hay que tener también en cuenta el carácter del animal, como es el caso de perros agresivos o perros con gran instinto cazador, no deberemos soltarlo para no poner en peligro a otros animales.
Irene Martinez
Médica Veterinaria