Técnicas de adiestramiento canino
El adiestramiento canino consiste en un conjunto de técnicas que educan al perro, que principalmente establecen un vínculo entre lo que pretendemos que el perro aprenda y un estímulo por parte del adiestrador para que se desarrolle dicha acción por parte del perro. Existen diferentes técnicas, que suelen combinarse entre sí cuando se lleva a cabo el adiestramiento.
Paula Gimeno
VeterinariaTécnicas basadas en las teorías del aprendizaje
Son aquellas basadas en la capacidad del perro para aprender, dando menos importancia al comportamiento natural canino que en el caso de la etología, que basa su ejercicio en ese aspecto, precisamente, la conducta del perro natural y así poder comprender determinados comportamientos.
Podemos distinguir 3 técnicas:
– 1. Adiestramiento canino tradicional
Es la técnica más extendida a lo largo del mundo. Aunque, afortunadamente, parece que va disminuyendo su popularidad, ya que este tipo de entrenamiento se basa en castigar (o reforzar negativamente) una conducta indeseada. Cuando el perro no realiza la acción que se pretende enseñar, se le aplica un correctivo, como puede ser el que se aplica con un collar de ahogo, de púas o collares eléctricos. Suelen obtenerse resultados rápidos, ya que el perro aprende que si no realiza una determinada acción, se le castiga, incluso mediante técnicas más violentas. Pero esto no debe ser considerado un éxito, ya que la tasa de desarrollo de conductas agresivas o de miedo, son considerablemente altas.
No se recomienda aplicar estas técnicas NUNCA.
– 2. Adiestramiento en positivo
Esta técnica aplica lo contrario a la anterior. Se da una recompensa al perro cuando realiza la acción que estamos tratando de enseñar. Este tipo de recompensa puede ser alimento, caricias, expresiones verbales para felicitarle o incluso el Clicker, un elemento muy utilizado.
Es una técnica que obtiene rápidos resultados, ya que los perro aprenden bastante rápido de esta manera, pero puede que el dueño e incluso el adiestrador, no finalicen el adiestramiento por completo, al considerar que ya se han alcanzado las metas que se desean con ese perro en concreto.
– 3. Técnicas mixtas
En este caso se emplea una combinación de las técnicas anteriores, de manera que no se es tan estricto con el castigo ni se premian tanto las “buenas” conductas. Un ejemplo podría ser el empleo del collar eléctrico para castigar las conductas indeseadas y la administración de premios de comida para recompensar las acciones deseadas.
Técnicas basadas en la etología canina
La etología canina tiene en cuenta el comportamiento natural del perro y trata de explicar y entender por qué un perro se comporta de determinada manera o por qué aparecen ciertas alteraciones de conducta.
En este caso, se pretender establecer una jerarquía, de manera que el dueño del perro sea considerado por éste como el líder, con el objetivo de establecer ese vínculo natural, como ocurre en una manada real, donde el líder guía al resto, que obedece las órdenes.
Se cuestiona su utilidad por parte de los adiestradores profesionales, por lo que no son técnicas empleadas con frecuencia.
¿Qué técnica debo utilizar?
No existe una norma general para llevar a cabo un adiestramiento. Es necesario evaluar cada caso y establecer una estrategia para que las probabilidades de éxito sean mayores.
Lo que cada vez está más demostrado es que el empleo de técnicas violentas tiene consecuencias muy negativas, tanto en el comportamiento del perro como en nuestra relación con él. De esta manera, un entrenamiento basado en el refuerzo positivo, refuerza el vínculo con nuestro perro y hace que se disfrute más del proceso, aunque haga falta una buena dosis de paciencia.
Consejos para una buena sesión de entrenamiento
Cada persona tiene un carácter diferente y lo mismo sucede con nuestros compañeros peludos. Ellos tienen mayor o menos energía según el caso, tienen más o menos capacidad de aprendizaje y tienen unas necesidades diferentes. Por este motivo, cuando nos planteamos entrenar o adiestrar a nuestro perro, sea cual sea el motivo, debemos tener en cuenta que tiene que ser un proceso del cual debemos disfrutar y, algo muy importante, que el adiestrador nos va a enseñar a nosotros cómo adiestrar a nuestro perro. De nada sirve que el adiestrador le enseñe todo o incluso se lo lleve y nos lo devuelva enseñado, cuando nosotros no vamos a ser capaces de interactuar con nuestro perro de la misma manera.
Por otro lado, cuando vayamos a realizar la sesión de entrenamiento, es conveniente que el perro esté receptivo, que no esté demasiado cansado o sobreestimulado, ya que la capacidad de aprendizaje disminuirá.
Hazte con sus premios favoritos, bien sea de tipo alimento, un clicker o bien sean dosis extra de cariños y palabras de felicitación.
Y por último, ármate de paciencia, ya que hay perros que aprenden con mucha rapidez y otros a los que les lleva un poco más de rato. Y sé consciente de qué es realmente útil para tu perro o no, ya que de nada sirve exigirle que realice acciones que en su vida va a utilizar.
Y disfruta, sobre todo eso, para poder darte cuenta de todo el potencial que tiene y la capacidad tan asombrosa que tienen los perros de aprender.