Agresividad en perros que conviven en la misma casa
Si bien no ocurre con demasiada frecuencia, la agresividad en perros convivientes resulta un autentico quebradero de cabeza. Que un perro sea agresivo con otros perros, es una situación de todo indeseable, pero que sea agresivo con los perros de su propio hogar, es todavía peor. A continuación, vamos a intentar explicaros un poco las posibles causas y herramientas para solucionar este problema.
Juan Vazquéz
VeterinarioEn primer lugar, ante un caso de agresividad entre perros que convivan en la misma casa, conviene descartar cualquier posible causa orgánica. Siempre, ante cualquier problema de agresividad, esta premisa resulta indispensable. Se deben realizar una exploración general al perro, descartar problemas neurológicos, así como evaluar la presencia de hipotiroidismo, relacionado con ciertas formas de agresividad.
Descartando causas orgánicas, se puede orientar el problema hacia la causa más probable de agresividad en estos casos, la agresión por dominancia entre los perros. La mayor parte de las ocasiones, esta dominancia se presenta entre animales del mismo sexo. No obstante, de forma ocasional, se ha descrito entre animales de distinto sexo.
Esto sucede cuando el estatus jerárquico no está establecido, y se producen estas luchas por el poder, por así llamarlas. Suele ocurrir cuando un animal joven llega a la edad adulta, o el adulto llega a la vejez. Estas situaciones suelen hacer tambalear los puestos en la jerarquía, y originar problemas de agresividad.
Tratamiento de la agresividad dominante entre convivientes
Por lo tanto, ante esta situación, el propietario debe siempre de favorecer el papel del perro dominante, nunca del subordinado. Por ejemplo:
- Acariciar siempre al perro dominante.
- Dar siempre de comer primer al perro dominante.
- Jugar con el perro dominante primero.
De esta forma, el perro subordinado entenderá mejor cual es su papel, y las luchas por la jerarquía deberían de ser menos frecuentes.
No obstante, y por desgracia, estas indicaciones, por si solas, no suelen ser suficientes. En muchas ocasiones, puede ser necesaria la esterilización en los machos, siendo siempre el subordinado el que sea sometido a la intervención. Asimismo, puede ser necesario el uso de fármacos, sobre todo cuando las peleas sean muy intensas y exista riesgo de lesiones.
No obstante, ante un caso de agresividad entre perros convivientes, lo más recomendable siempre, es acudir a un profesional que evalué correctamente el caso. El etólogo o veterinario será el encargado de analizar de forma correcta, tanto a los animales, como a su entorno, con el fin de detectar las causas que puedan estar desencadenando los problemas de agresividad.
Juan Vázquez
Médico veterinario