¿Pueden los perros donar sangre?

En respuesta corta a la pregunta del titular, los perros si que pueden donar sangre. Pero si estáis leyendo esto, seguro que queréis saber más acerca de la donación sanguínea entre nuestros compañeros peludos.

La donación de sangre entre perros tiene la misma finalidad que en medicina humana. La sangre es un fluido muy valioso que se utiliza con frecuencia cuando existen ciertas situaciones.

• Hemorragias
• Cirugías
• Trastornos de coagulación
• Intoxicaciones
• Accidentes

Estas circunstancias pueden poner en peligro la vida del perro, por lo que una transfusión de sangre puede ser una garantía para su supervivencia. Por desgracia, la donación de sangre en perros no está tan extendida, y puede resultar difícil acceder a estos depósitos en casos de necesidad urgente.

¿Todos los perros pueden donar sangre?

No, como en medicina humana, no todos los perros pueden ayudar a salvar la vida de otros compañeros. Para que un perro sea donante, debe de cumplir los siguientes requisitos

• Debe de pesar más de 25 kg
• Entre 1 y 8 años de edad.
• Sin enfermedades infecciosas
• Vacunado y desparasitado correctamente.
• Sin medicación.
• Sin antecedentes de enfermedad grave.
• Sin enfermedades cardiacas.
• Sin haber recibido transfusiones previas

Si tú perro cuenta con todas estas características, podrá ser donante de sangre y ayudar a otros peludos.

Existen muchas clínicas asociadas con el banco de sangre, a las cuales poder acudir para realizar el procedimiento. A cambio del ofrecimiento, es habitual que estas clínicas concedan ciertos beneficios, como vacunaciones gratuitas. No obstante, previo a la donación, siempre se realiza un chequeo general, así como la correspondiente analítica sanguínea para comprobar el buen estado del animal.

Otra forma de donación, que sucede en situaciones de urgencia, o donde el acceso al banco de sangre resulta complicado, es la donación directa de perro a perro.

En estos casos, el animal donante suele ser un paciente de confianza de la clínica veterinaria. Se extrae la sangre directamente del perro donante, y, previo análisis, se transfunde al animal receptor.

Como curiosidad, añadir que los perros cuentan, como las personas, con varios grupos sanguíneos. No obstante, la primera transfusión suele realizarse sin tener en cuenta el grupo del perro receptor, puesto que es muy improbable que se produzcan rechazos.

 

 

Juan Vázquez

Médico veterinario