¿Cómo detectar y tratar la artritis canina?
La artritis canina consiste en la inflamación de las articulaciones y suele afectar a mucho perros. Aunque en más frecuente en perros mayores, también puede aparecer en perros jóvenes ya que las causas que dan lugar a este problema pueden ser muy variadas, abarcando desde un simple golpe, hasta una infección más general.
Irene Martínez
Veterinaria¿Qué puede causar esta inflamación?
Las causas de esta inflamación articular puede ser muy variadas, entre las más frecuentes encontramos:
- Edad: en perros de edad avanzada aparece desgaste articular, lo que da lugar a esta inflamación.
- Enfermedad autoinmune: en casos de enfermedades autoinmunes, los inmunocomplejos que se forman pueden localizarse en articulaciones, dando lugar a inflamación.
- Enfermedad parasitaria: algunas enfermedades provocadas por parásitos, como leishmania o erhlichia, pueden causar inflamación articular, entre otros síntomas.
- Traumatismo: un golpe o lesión en la articulación puede provocar artritis.
- Mala alimentación: en caso de dietas de mala calidad, descompensadas en nutrientes o en perros con problemas de absorción intestinal, la artritis es más común.
- Genética: razas como el labrador o el pastor alemán tienen una predisposición alta de padecer artritis.
- Sobrepeso: las articulaciones de perros con obesidad tienen mayor probabilidad de desgastarse, apareciendo artritis.
¿Qué síntomas aparecen?
Los síntomas principales son:
- Dolor.
- Cojera.
- Intolerancia al ejercicio.
- Pérdida de masa muscular en la extremidad afectada.
- Inflamación articular.
- Crujidos en la articulación afectada.
- Apatía.
¿Cómo se trata la artritis canina?
Si notamos cualquiera de estos síntomas en nuestro peludo, es necesario acudir a consulta veterinaria para confirmar el problema y diagnosticar la causa. El tratamiento puede depender del motivo que cause la artritis, pero de forma general consistirá en:
- Dieta de calidad, alta en condroprotectores.
- Aplicar calor en la zona, sobre todo en las temporadas de temperaturas más bajas.
- Reposo.
- Suplementos de condroprotectores y cartílago.
- Antiinflamatorios en casos de mucho dolor.
- Cirugía en casos más graves
- Piensos bajos en grasa en caso de obesidad o sobrepeso
Irene Martinez
Médica Veterinaria