Dermatitis por lamido excesivo
Con frecuencia observamos que los perros acuden a la consulta veterinaria por lesiones que se provocan por lamerse excesivamente una zona del cuerpo, sobre todo las extremidades. Pero, ¿qué desencadena este comportamiento?
Paula Gimeno
VeterinariaTIPOS DE LESIONES
Por lo general, el lamido excesivo puede ocasionar pérdida de pelo (alopecia), que la piel se inflame y esté enrojecida. Si el lamido persiste, puede derivar en una úlcera, de distinta extensión según la intensidad del lamido. A menudo se observa infección en la zona afectada, que incluso puede llegar a supurar.
Las zonas más frecuentemente afectadas son las extremidades (principalmente las delanteras), aunque también puede darse en el abdomen, cara interna de los muslos o la base del rabo. Esta última suele ser por rascado con los dientes, más que por lamido.
¿POR QUÉ SE PRODUCE?
Existen varias causas que hay que descartar cuando aparece este comportamiento, que puede llegar a ser compulsivo, ya que hay perros que se lamen la zona todo el día.
- Infección bacteriana en la piel (pioderma).
- Parásitos.
- Hongos.
- Dolor articular/óseo.
- Alergia.
- Alteraciones de comportamiento, que derivan en esta “obsesión” por lamerse una zona en concreto.
Siempre hay que determinar qué origina el lamido, con el fin de poner un tratamiento adecuado y eliminar tanto la lesión como el lamido.
MEDIDAS PRINCIPALES
Además del tratamiento específico para cada patología, es muy importante mantener una adecuada higiene de la zona y evitar que se siga produciendo el lamido, ya que por una parte se puede extender la infección, por ejemplo, por arrastre de las bacterias en la lengua hacia otras partes sanas, y por otro lado, el roce constante de la lengua sobre la piel y el pelo, hace que acabe alterándose la estructura de la piel y se ulcere.
Aquí cabe destacar que el control del picor es fundamental, ya que muchas veces es éste el que origina este comportamiento. Cambiar la alimentación por una rica en ácidos grasos puede ayudar a reducir esta inflamación o picor, por ejemplo usando pienso de salmón.
En el caso de las alergias, suele haber un componente ambiental, pero también alimentario. Y es en este último punto en el que podemos actuar, mediante una alimentación adecuada.
No debemos restar importancia a esta conducta, ya que en muchas ocasiones es indicativo de un problema, por lo que debemos acudir lo antes posible al veterinario para valorarlo y poner un tratamiento adecuado antes de que la lesión se haga más extensa.
PAULA GIMENO
VETERINARIA