Qué es el espolón del perro y cómo cuidarlo
Determinadas razas presentan un dedo extra en las extremidades posteriores: el espolón. Este dedo es muy delicado y propenso a sufrir accidentes.
Irene Martínez
Veterinaria
¿Sabéis cuántos dedos tienen los perros? La mayoría de canes tienen 5 dedos en las patas delanteras y 4 en las traseras. Sin embargo, algunas razas de gran tamaño, como los Mastines, tienen un dedo extra en las extremidades posteriores conocido como espolón. Incluso algunos ejemplares tienen más de un espolón. Os contamos los cuidados especiales que hay que tener con el espolón del perro.
¿Qué es el espolón del perro o 5º dedo?
El espolón es un dedo extra que presentan algunos perros en sus patas traseras. A diferencia del 5º dedo que hay en las extremidades delanteras, este espolón no suele estar unido al hueso y suele tener origen genético, por eso aparece con mayor frecuencia en algunas razas caninas.
Este dedo ya no aporta utilidad, pero se cree que les serviría como apoyo en un pasado. También se le atribuye utilidad en el equilibrio del animal, sobre todo en superficies resbaladizas y les sería de ayuda para rascarse e higiene.
Algunas razas, como el Mastín Español, puede llegar a tener varios espolones en una misma pata. No es raro observar 5, 6 e incluso 7 dedos (o espolones) e incluso hay ejemplares que sí tienen estos dedos unidos al hueso y tienen funcionalidad.
Cuidados de los espolones caninos
El espolón no tiene ningún efecto negativo para el perro, salvo problemas puntuales o “accidentes” que puede sufrir.
Los problemas más frecuentes son:
- Desgarro: al ser una estructura que sobre sale y no tiene movilidad, son habituales los enganchones. Estos enganchones pueden provocar incluso el desgarro del 5º dedo y mucho dolor.
- Uña encarnada: la uña de los espolones no roza el suelo, no se desgasta. Por esta razón su crecimiento es mayor. Además, suelen crecer en espiral y clavarse en la propia piel del animal. Hay que estar muy atentos y mantener el espolón corto para evitar este problema.
En los perros que sufran estos accidentes con frecuencia es recomendable amputar el espolón, siempre y cuando no esté unido al hueso. Es un cirugía rápida y curativa que no suele tener complicaciones.
Irene Martínez
Médica Veterinaria
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