Mi perro tiembla, ¿qué debo hacer?

Tipos de temblores en perros

Podemos diferenciar los temblores principalmente por su intensidad e incluso valorar la consciencia del animal.

• Temblor leve: Pueden producirse contracciones musculares ligeras, el perro está consciente, e incluso si le movemos, actúa con normalidad y el temblor remite.
• Temblor moderado: Las contracciones musculares son algo más intensas y el animal puede parecer adormilado o incluso más excitado de lo habitual. Puede aparecer hipersalivación, apatía, e incluso dificultad para caminar de manera normal.
• Temblor severo: Aquí podrían englobarse las contracciones producidas en un ataque epiléptico, por ejemplo, o en casos de intoxicaciones, donde puede haber un déficit neurológico con falta de consciencia, incluso.

Causas más frecuentes de temblores en perros

Cuando un perro tiembla, lo más habitual suele ser que tenga frío, que puede venir de una bajada de temperatura corporal y el temblor que vemos es producido como un mecanismo de defensa para aumentar dicha temperatura, o por el contrario, por una situación de fiebre o hipertermia.

También podemos ver que nuestro perro tiembla por dolor, que puede ser por muchas causas. Por ejemplo, en perros mayores, si tienen dolor articular por artrosis, suelen temblar. También ante dolor abdominal podemos observar estos temblores característicos, que pueden ir acompañados de algún gemido o cambios constantes de postura, para encontrar una posición en la que se encuentren más cómodos.

Otra condición que puede ocasionar temblores es la hipoglucemia o concentración de glucosa en sangre por debajo de los niveles normales.

También, como hemos comentado, patologías neurológicas pueden provocar temblores.

El estrés o el miedo es algo que debemos considerar cuando hemos descartado algunas causas físicas y vemos que nuestro perro tiembla en determinadas situaciones, como por ejemplo, ruido intenso en la calle o si le hemos regañado.

En ocasiones, mientras sueñan tiemblan. En este caso, al despertarse, el temblor debería parar.

¿Qué podemos hacer?

Si vemos que tiembla, podemos intentar valorar si está consciente plenamente o si  está soñando. Si está despierto, podemos ponerle el termómetro, si disponemos de uno digital. Se introduce en el recto y la temperatura debe ser entre 38 y 39ºC (temperatura normal en el perro). Si es inferior ligeramente (alrededor de 37.7-37.8ºC), podemos procurar que el perro se mantenga cerca de una fuente de calor o taparle. En este caso, la temperatura debería aumentar en una tiempo aproximado de 30 minutos. Si la temperatura es inferior a 37.5ºC, es conveniente acudir al veterinario. Y si es superior a 39.2-39.3ºC, también es aconsejable acudir a la clínica, para que se valore la posibilidad de una infección o alguna patología que aumente la temperatura.

Pero un aspecto muy importante es que nosotros, como propietarios y responsables de nuestra mascota, mantengamos la calma y no administremos medicamentos sin prescripción veterinaria.

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Paula Gimeno

Médica Veterinaria