Otohematoma en perros: ¿qué es y qué síntomas provoca?
Los perros, con relativa frecuencia, pueden padecer esta patología, que consiste en el acúmulo de sangre entre la piel de la oreja y el cartílago. Puede darse también en gatos, pero es menos frecuente. y, ¿por qué se produce?, ¿tiene solución? En este artículo te contamos todo lo que tienes que saber sobre el otohematoma canino.
Paula Gimeno
Veterinaria
¿Qué es el otohematoma?
Como hemos comentado, se produce al acumularse sangre entre la piel y el cartílago de la oreja, dando lugar a una inflamación dolorosa, que puede abarcar toda la superficie de la misma o sólo una parte. El contenido puede ser sangre líquida, coágulos y suero. Es más frecuente en razas con orejas largas, como los beagles.
¿Qué síntomas produce?
Por norma general, el síntoma más evidente es la inflamación de la oreja, aunque a los propietarios nos suele llamar la atención también:
- Sacudida constante de la cabeza.
- Rascado de la oreja si hay picor.
- Nerviosismo.
- Lloros debido al dolor.
- Oreja enrojecida y caliente al tacto.
- Decaimiento.
- Fiebre (síntoma más raro).
¿Cuáles son las causas de otohematoma?
Lo más habitual es que el perro padezca una otitis y, como consecuencia, sacuda la cabeza, por la molestia que ésta le ocasiona. Al sacudirse, la oreja se golpea con la cabeza en repetidas ocasiones y puede producirse la rotura de algún capilar, lo que genera que haya sangrado entre la piel y el cartílago de la oreja, que se va quedando acumulada. Si el sangrado cesa rápidamente, probablemente se reabsorba esa pequeña hemorragia. Pero si el vaso que se ha roto es de mayor calibre, se producirá un sangrado mayor y, por consiguiente, más acúmulo de sangre, que no se reabsorbe.
En ocasiones no hay otitis, pero se produce un traumatismo (golpe, mordedura de otro perro, etc.) que desencadena el sangrado.
Suele aparecer en perros de orejas caídas, aunque puede darse en cualquier tipo de oreja. También pueden padecerlo los gatos.
Tratamiento del otohematoma
El tratamiento siempre pasa por drenar el otohematoma. Cuando son de pequeño tamaño, puede intentarse el drenaje con jeringa y aguja y un vendaje de la oreja para evitar que vuelva a llenarse. Pero lo habitual es que haya que realizar cirugía para vaciarlo bien y realizar una sutura para cerrar el hueco que se ha creado entre la piel y el cartílago.
No debemos olvidar tratar la otitis, en caso de que exista.
Por lo general, si el perro tiene las orejas erguidas, la oreja afectada quedará caída.
El tiempo en que se diagnostique es importante y prevenirlo, más. Por eso, si tu perro sacude frecuentemente la cabeza, acude lo antes posible a tu veterinario para tratar la causa y evitar esta molesta patología.
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Irene Martínez
Médica Veterinaria