Parásitos intestinales en el perro
Existe una gran variedad de parásitos intestinales frente a los que debemos proteger a nuestros compañeros perrunos. Esto es importante, ya que en caso de que habiten en su sistema digestivo, pueden aparecer molestias desde leves hasta severas. Vamos a conocer más acerca de estos posibles habitantes y su tratamiento.
Paula Gimeno
VeterinariaCestodos
Las famosas tenias, también conocidos como gusanos planos, son parásitos que pueden alcanzar gran tamaño (unos 50 cm de longitud).
El más habitual en perros es Dipylidium caninum, que elimina al exterior parte de su cuerpo en forma de semillas blancas (similares a las semillas de pepino o granos de arroz), donde se encuentran los huevos del parásito, a través del ano del perro que parasita.
Estos tipos de parásitos no se contagian directamente, sino que requieren de un hospedador intermediario, como las pulgas, que si el perro las ingiere, transmiten los huevos de estos parásitos.
Algunos cestodos pueden parasitar a los humanos, por lo que es muy importante mantener a los perros bien desparasitados.
Nematodos
Conocidos como gusanos redondos. Son muy habituales en los perros y se pueden transmitir de varias formas:
- Durante la gestación (a través del útero) o durante la lactancia.
- Por ingestión de huevos de parásitos presentes en el suelo (son muy frecuentes en arena).
Pueden eliminarse sólo los huevos o pueden verse incluso los gusanos adultos, aunque esto suele suceder cuando la carga parasitaria en el intestino del animal es muy alta.
Habitan en diferentes partes del cuerpo, aunque lo más habitual es en el sistema digestivo y en los pulmones.
Las giardias y los coccidios
Cada vez más habituales y resistentes a los tratamientos hasta ahora efectivos.
Pertenecen al grupo de parásitos denominados protozoos. Son parásitos microscópicos, que habitan en el sistema digestivo del perro parasitado.
En las heces se eliminan quisten que pueden permanecer en el ambiente en condiciones muy desfavorables de temperatura hasta que otro perro los ingiere y comienza el ciclo una vez que llegan al intestino, desarrollándose el parásito.
Síntomas
Las infecciones por parásitos intestinales producen síntomas más o menos severos, en función del número de parásitos que habiten en el perro.
Lo más frecuente es diarrea y vómitos. Pero si hay una gran cantidad de parásitos, la absorción de nutrientes por parte del estómago e intestino puede verse afectada, por lo que se puede ver empeoramiento del estado del pelo, adelgazamiento e incluso desnutrición en casos graves.
Diagnóstico
Mediante la recogida y análisis de las heces (análisis coprológico) se pueden observar parásitos y sus huevos. En el caso de algunos parásitos, como las Giardias, que no se eliminan todos los días, sino que suele hacerse en días alternos, es recomendable recoger heces de entre 3 y 5 días, para poder estar seguros de que en alguna de esas heces habrá quistes y hacer un buen diagnóstico.
Tratamiento
En función del parásito que afecte al perro, habrá que establecer un tratamiento adecuado. Por esto es importante realizar un análisis de heces y detectar qué parásito está presente.
Prevención
La desparasitación interna y externa frecuentes (se suele recomendar trimestralmente) o el análisis coprológico periódico son la mejor prevención frente a la infección por parásitos intestinales.