Perra castrada con secreción: ¿qué puede ser?
¿Tienes una perra castrada con secreción en la vulva? Pueden ser varias las causas de este problema que explicamos a continuación.
Irene Martínez
VeterinariaCreemos que la única patología que provoca secreción en vulva en las perras es la infección de útero y celo y, una vez la perra ha sido esterilizada, ya no va a tener ningún problema similar. Nada más alejado de la realidad, existen otras patologías que provocan esta secreción. Si tienes una perra castrada con secreción en la vagina, te interesa seguir leyendo para ver las posibles causas.
Al castrar a una perra ocurren diversos cambios en su metabolismo. Por este motivo conviene aportar un pienso adecuado a esta nueva característica. Pero con la esterilización el animal no está exento de sufrir secreción vaginal.
Perra castrada con secreción ¿Qué provoca la secreción vulvar?
Las principales patologías que pueden provocar una secreción por vulva, si estamos ante una perra no esterilizada son:
Piometra
Esta es una de las patologías más frecuentes en hembras no esterilizadas. Suele producirse tras el celo de la perra y es muy grave, incluso mortal si no se pone el tratamiento adecuado. Se puede diferenciar piómetra cerrada (la más grave) y abierta, donde la secreción purulenta o hemorrágica se expulsa por vulva. En ambos casos se recomienda la esterilización urgente.
Vaginitis
Se trata de una inflamación en la zona de vulva. Puede estar causada por infección bacteriana u hongos y aparece como una secreción blanquecina por vulva y lamido constante de la zona.
Cuerpo extraño en vulva/vagina
Aunque resulte raro, la presencia de algún cuerpo extraño, normalmente hierbas o espigas, pueden provocar secreción purulenta si se encuentran en esta zona.
Tumores
Los tumores en vulva o vagina pueden provocar secreción sanguinolenta, aunque son más frecuentes en hembras enteras de edad avanzada.
¿Podría ser piómetra si está esterilizada?
En caso de que la perra esté esterilizada tampoco podemos descartar que exista infección de útero o piometra. En este caso la infección no estaría localizada en los cuernos del útero, porque no hay. Pero si puede estar localizada en el muñón de trozo de cuello de útero si quedó demasiado trozo en la cirugía.
Los síntomas son muy similares al de la piometra típica, con fiebre, secreción purulenta y decaimiento. La mejor forma de confirmar el problema es la ecografía y, el tratamiento incluye antibióticos pero, en los casos que no haya mejoría o que también sea cerrada, la única solución es pasar por quirófano para extirpar el cuello de útero dañado.
Irene Martinez
Médica Veterinaria