¿Mi perra tiene piometra?

¿Qué es la piometra canina?

La piometra es la acumulación de pus en el útero de la hembra, generalmente canina, pero también puede afectar a gata, hurón y a hembras de otras especies.

Suele aparecer en perras que han alcanzado la madurez sexual, con mayor frecuencia en perras mayores de más de 8 años.
Se trata de una urgencia veterinaria muy común, ya que aparece de forma súbita y, sin tratamiento rápido, puede tener un desenlace fatal.

Ciclo estral de la perra

El ciclo estral de la perra se divide en 4 fases:

• Proestro: esta fase ocurre inmediatamente antes del celo o estro. Aquí observaremos sangrado por vulva y aumento de ésta. Puede durar hasta 11 días y la perra atraerá a los machos pero no va a permitir la monta.
• Estro: en esta etapa la hembra permite la monta del macho y el sangrado disminuye. Puede durar hasta 21 días pero lo normal es que dure 9 días. Aquí también tiene lugar la ovulación, normalmente 2 días tras el comiento del estro.
• Diestro: esta fase dura 60-90 días, el útero se recupera y los niveles hormonales se normalizan.
• Anestro: esta etapa es la de inactividad sexual y dura hasta el siguiente celo.

Factores desencadenantes

El riesgo de aparición de esta enfermedad suele darse entre la semana 6ª y 8ª desde inicio del celo, ya que en este período existe un aumento del grosor de las paredes uterinas y un aumento de progesterona, con formación de quistes (hiperplasia endometrial quística), que aumentan con la edad. Estos quistes y aumento de progesterona van a favorecer el crecimiento de bacterias y la no eliminación de estas, ya que el drenaje se dificulta por el engrosamiento del cuello uterino.

Por tanto, los factores que pueden desencadenar la piometra son:

• Edad.
• Celos repetidos.
• Engrosamiento exagerado de las paredes uterinas (debido a progesterona).
• Infección bacteriana.
• Estrógenos (sobre todo los utilizados para evitar gestaciones no deseadas).

Tipos de piometra canina

Podemos diferenciar entre dos tipos de piometra:

• Piometra abierta: observaremos la expulsión de secreción sanguinolenta o con pus por la vulva del animal, sería la más evidente pero también la menos peligrosa.
• Piometra cerrada: este tipo de infección de útero resulta muy peligrosa y necesita de intervención inmediata, ya que la infección se encuentra dentro del útero y no puede expulsarse, con el peligro de rotura del útero que eso supone.

El mayor o menor cierre del cuello uterino será el responsable de que la piometra sea abierta (con expulsión al exterior del pus) o cerrada (sin expulsión de pus).

¿Qué síntomas podemos observar?

Los síntomas más característicos de esta enfermedad son:

• Descarga vaginal purulenta y sanguinolenta (piometra abierta).
• Pérdida de apetito. Dejan de comer su pienso favorito. 
• Fiebre.
• Jadeo excesivo.
• Decaimiento.
• Ingesta excesiva de agua.
• Vómitos o diarrea.
• Distensión abdominal.
•  En casos graves puede haber peritonitis por rotura del útero.
• Shock séptico, toxemia en sangre.
• Insuficiencia renal.

Causas de piometra canina:

Las causas de la piometra canina están estrechamente relacionadas con el ciclo hormonal de la perra y es que, tras el celo, tienen lugar ciertos procesos:

• Aumento de concentraciones de progesterona.
• Disminución de las contracciones del útero.
• Cambios en el endometrio.

Todos estos sucesos hormonales y en la mucosa del útero promueven el crecimiento bacteriano y la aparición de nodulaciones, dando lugar a la infección en el útero.

Diagnóstico y tratamiento:

Se llega al diagnóstico completo a través de una correcta anamnesis, exploración y examen radiográfico o ecográfico, en el caso de piómetra cerrada sobre todo.

El tratamiento principal consiste en la esterilización con extirpación de ovarios y útero completa.

Puede ser necesario una estabilización del animal previa a la operación, para minimizar el riesgo de esta. Es necesario que la perra esté hidratada correctamente, realizar análisis para descartar posibles problemas secundarios como insuficiencia renal.

Es importante la antibioterapia durante varias semanas, siendo preferible realizar un cultivo antes para identificar la bacteria responsable de la infección y elegir el mejor fármaco para combatirla.

Aunque existe un tratamiento farmacológico que ayuda a la apertura del cuello uterino y expulsión del pus, siempre se debe tener como primera opción el tratamiento quirúrgico, es la única forma de evitar posible recaídas.

Prevención de la piometra: Esterilización

La piometra es más común en perras mayores y es importante fijarse en cualquier síntoma de los anteriores si el animal tiene más de 5 años, sobre todo si ocurren tras el celo.

La mejor forma de prevenir este problema es con la esterilización, además haciendo esta cirugía en edades tempranas se reduce la aparición de otros problemas como tumores mamarios y la operación tiene muchos menos riesgos y la recuperación será mejor en una hembra joven y sana. También conviene alimentar con un pienso rico en vitaminas y antioxidantes. 

Irene Martinez

Médica Veterinaria