¿Se deben vaciar las glándulas anales de los perros?
Los perros tienen unas glándulas situadas a ambos lados del ano, cuya función principal es lubricar las heces pero, además de esto, cumplen diferentes funciones, por lo que su cuidado es necesario para evitar molestias en el animal.
Irene Martínez
Veterinaria
¿Qué son las glándulas anales y para qué sirven?
Estas 2 glándulas situadas alrededor del ano contienen un líquido verdoso de olor muy desagradable que sirve para lubricar las heces cuando defecan.
Además de esta función, los perros se reconocen entre ellos por este característico olor, siendo único en cada can. Por esta razón, lo primero que hacen los perros cuando se conocen es olerse el trasero.
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¿Se deben vaciar estas glándulas?
Los perros, al defecar, suelen expulsar el líquido del interior de las glándulas, sin ser necesario a ayudarles a vaciarlas pero, en algunos casos, el conducto se inflama o existe un exceso de líquido y el animal no puede expulsarlo, causándole mucho dolor.
Si nuestro perro tiene estos problemas para expulsar el líquido de las glándulas anales podemos observar diferentes síntomas como:
- Picor en la zona del ano: el perro restriega el culo por el suelo intentando aliviar el picor.
- Mal olor.
- Dolor: la inflamación de la glándula anal provoca mucho dolor y molestia.
- Absceso: la acumulación de este líquido provocará infección y se puede observa un abultamiento en la localización de la glándula, que se abrirá, expulsando al exterior ese pus.
- Apatía y pérdida de apetito.
- Fiebre: puede haber fiebre causada por el absceso.
- Estreñimiento.
¿Cómo vaciar las glándulas anales?
En perros que sufren este problema de forma frecuente es necesario vaciar las glándulas de forma periódica, al menos cada 15 días, para evitar que se acumule líquido y haya infección. Este vaciado puede ser un poco complicado de realizar y resulta un poco molesto para el perro, por lo que se recomienda acudir a consulta veterinaria o un peluquero canino si no nos atrevemos.
Vaciar los sacos anales no es muy complicado, pero puede ser un poco incómodo para el perro. Simplemente es necesario ponerse guantes, coger una gasa o toallita y ponerla cubriendo ano. Luego es necesario ejercer presión hacia el exterior.
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Irene Martinez
Médica Veterinaria