Síndrome del braquicéfalo ¿en qué consiste?
En los últimos años se han puesto muy de moda las razas braquicéfalas o de hocico chato, pero estos perros, por sus características anatómicas, presentan una serie de problemas respiratorios que hacen que estén más limitados a la hora de hacer ejercicio en comparación a otras razas.
Irene Martínez
Veterinaria¿En qué consiste este síndrome?
El síndrome del braquicéfalo o el síndrome de obstrucción de las vías respiratorias altas hace referencia a unas anomalías anatómicas que afectan determinadas razas de perros que presentan una condrodisplasia del cartílago del cráneo, teniendo el cráneo facial más corto y ancho en comparación con otras razas (hocico chato).
Junto a esta diferencia en la forma del cráneo, aparecen otras anomalías que provocan en el animal dificultad para respirar como:
- Estenosis nasal: orificios nasales más estrechos de lo normal.
- Elongación del paladar blando: paladar blando más largo, bloqueando la entrada de aire.
- Hipoplasia traqueal: traqueal más estrecha, dificultando la entrada de aire.
- Estenosis de narinas.
¿Qué síntomas provoca?
Todas estas anormalidades provocan que en el perro diferente sintomatología:
- Dificultad respiratoria.
- Intolerancia al ejercicio.
- Colapso laríngeo con imposibilidad de respirar.
- Problemas de termorregulación (golpe de calor más frecuente).
- Regurgitación y vómitos más frecuentes.
- Ronquido.
- Problemas cardíacos.
Razas afectadas:
Afecta a perros braquicéfalos, es decir, de hocico chato, aunque no en todos existen las mismas anomalías. Las razas más frecuentes son:
- Bulldog inglés.
- Bulldog francés.
- Carlino.
- American Bully.
- Shih tzu.
- Boston terrier.
- Boxer.
- Lhasa apso.
- Pekinés.
Pero pueden existir algunas características de este síndrome en otras razas como Maltés, Pinscher o San Bernardo.
Tratamiento:
El tratamiento consiste en corregir estas anomalías mediante cirugía, aunque en estas razas la anestesia adquiere mayor riesgo debido a la dificultad respiratoria. Es importante realizar esta cirugía cuando el animal es joven para evitar que aparezcan problemas cardíacos o pulmonares más graves.
La operación más frecuente es la cirugía nasal, aumentando el tamaño de los orificios, y la cirugía de paladar blando, eliminando parte del paladar blando que está hipertrofiado y permitiendo así una mayor entrada de aire.
Irene Martinez
Médica Veteriaria