La teoría de Pavlov y el condicionamiento clásico
Explore la teoría de Pavlov y el condicionamiento clásico con Barkyn y veterinaria Irene Martínez, y cómo se aplica esta teoría al adiestramiento canino.
Irene Martínez
VeterinariaSeguro que muchos habéis escuchado alguna vez la famosa teoría de Pavlov o condicionamiento respondiente pero ¿sabéis en qué consiste exactamente y qué relación tiene con el adiestramiento canino? Hoy os lo explicamos.
El condicionamiento clásico es un modelo de estímulo-respuesta o aprendizaje por asociación. Es muy útil en el adiestramiento canino por ejemplo y, de hecho, su descubridor, el fisiólogo Ivan Pávlov, probó inicialmente en perros.
¿En qué consiste la teoría de Pavlov?
El científico ruso estaba estudiando el proceso de digestión en diferentes mamíferos, y descubrió que la salivación de los perros tenía un efecto más extenso de los que él esperaba.
De esta forma descubrió que la acción de babear cuando iba a dar la comida a los perros se iniciaba antes de que los perros tuvieran la propia comida, es decir, cuando los perros veían a las personas con batas blancas, asociando a estas personas con la comida.
Así empezó su investigación sobre el condicionamiento clásico, empezó a usar una campana cada vez que se iba a ofrecer comida a los perros y estos empezaban a babear al escuchar este sonido, por tanto, los animales asociaban el momento de la comida con la campana y babeaban aunque ya no tuvieran el alimento.
La teoría de Pavlov aplicada al adiestramiento canino y estimulación condicionada
Este descubrimiento ha sido muy utilizado como herramienta en el adiestramiento canino. Por ejemplo, seguro que muchos de vosotros habéis usado o conocéis el Clicker, esto sería un claro ejemplo de aprendizaje por asociación.
A través de la teoría de Pavlov usamos las emociones del animal para así reforzar comportamientos o conductas que queremos que se repitan.
Este tipo de adiestramiento sería positivo y ha demostrado una mayor eficacia que el adiestramiento negativo, además de ser más respetuoso con el propio perro.
Irene Martinez – Médica Veterinaria